Sentarse puede ser difícil para algunas personas debido a razones como la edad avanzada, enfermedades o recuperación de cirugías. En tales casos, un alza de inodoro puede elevar la altura del asiento, facilitando la transición de estar de pie a sentarse y reduciendo el esfuerzo necesario.
Lo importante en la elección de un elevador es ajustar la altura para que la posición del usuario sea lo más natural posible. Es necesario que las caderas estén alineadas con las rodillas para prevenir posturas incómodas quedando las piernas apoyadas en 90º. Se recomienda, dentro de las posibilidades del usuario, medir la distancia entre la parte inferior del muslo, detrás de las rodillas, y el suelo, para luego, restar esta medida a la altura del inodoro.
En función de la altura los elevadores de inodoro más comunes son de 5 cm; recomendados para usuarios con estatura baja, elevadores de 10 cm; para usuarios con estatura media o si son utilizados por varios usuarios o elevadores de 15 cm; para usuarios con estatura alta.